El altruismo del sabio ermitaño – «El bosque de la Condesa… Dos cofres de plata»

El bosque de La Condesa - Compostela

El bosque de la Condesa – Compostela

La vía de tránsito que se divisa en la foto antes era una «corredoira», un sendero que une Vidán, al Sur, con el barrio de San Lorenzo, al costado del Campus Universitario. Al fondo se divisa el Monte Pedroso, a la derecha, algo de lo que queda de «El bosque de la Condesa». Bajo ese título, uno de los cinco relatos, «Dos cofres de plata», es el que describe una historia del Convento de Menores que existió allí cinco siglos antes. Pero lo más importante de ese relato es la propia historia de don Sebastián, el viejo ermitaño, médico de profesión, sabio por naturaleza y merced a su desarrollo espiritual promovido por su filantropía.

El otro protagonista de la historia, un adolescente de trece años que frecuentemente va de paseo por ese bosque al borde de Compostela con su padre, a veces, cuando lo observa atentamente, nota un halo alrededor de la figura del ermitaño. Éste siempre adivinaba lo que pensaba el joven, además de desarrollar otros poderes, sobre todo en lo relativo a la curación física y ambos hablan a veces acerca del tema, no encontrando explicación científica el sabio, quien debido a una desgracia familiar optó por el aislamiento total en una cabaña (palloza) del bosque. Después de pasar un tiempo en aislamiento total, al fin, un día de gran tormenta accede a los ruegos de una madre, se traslada con ella a una aldea próxima y allí le salva la vida al niño de nueve años, moribundo.

Natural de Navarra, único heredero de familia noble, huérfano desde muy joven,  se enamora de Compostela en tiempos de estudiante y forma allí su famila. Después del fatal desenlace decide trasladarse a su lugar de origen, pero solo para distribuir allí toda su cuantiosa riqueza. Solo se queda con un cofre de plata que contiene documentos familiares y de otro tipo. Otro cofre similar, con documentos históricos, «lo encuentra y desentierra» el ermitaño en un lugar próximo a su cabaña, luego de la indicación de un «monje aparecido» que vivió en ese mismo lugar cinco siglos antes.

Esos documentos y la conversación del monje aparecido, revelan la «historia», basada únicamente en una leyenda, del Convento de Menores existente en ese lugar en tiempos del Santo Oficio de la Inquisición. El autor se decide por uno de los dos caminos posibles en cuanto a la definición del «monje aparecido» y la historia del Convento de Menores cerrando el relato con un final abierto.

Lo más importante de este cuento, además de la intriga y el entretenimiento y dar a conocer una «historia» escasamente divulgada, es la trasmisión de valores en base al aultruismo del sabio ermitaño y en consecuencia, como ya se explicó, la adquisición de ciertos poderes especiales, que en una conversación con su amigo adolescente, trata de buscarle explicación.

La filantropía rodea este relato titulado «Dos cofres de plata». Precisamente el tema de esta nota es acorde con el tratado en la «entrada» anterior del 30 de diciembre pasado.