Una «historia» sin nombre II – O Cebreiro, Fisterra

Cabo Fisterra - Galicia

...Juan Tojo, de unos cuarenta años de edad, era el chofer que conducía el autobús de la empresa Paillet, de la localidad de Vedra.

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«…Toledo, Cáceres, Trujillo, Mérida, Salamanca… ‘la Ruta de la Plata’… Y, al llegar a Astorga…»(viene de ‘entrada’ anterior)

“¡Oye Juan!… ¿Sabes?… de aquí son los maragatos y unos cuantos de ellos emigraron a Uruguay, hace mucho tiempo ya, y fundaron allí una ciudad, San José de Mayo, por eso a los que son de San José se les conoce como ‘los maragatos’.”

“Caramba, al menos parecen ser gente ilustrada… pero, yo sigo pensando lo mismo… mañana entraremos en Galicia por Pedrafita do Cebreiro… y, seguro, seguro, que ni se van a enterar…”

Pero no… Juan se equivocaba,

Una «historia» sin nombre… Por los confines de Galicia…

Cabo Fisterra – Galicia

Pasando de una lectura a otra, como tantas otras veces, de pronto «me encontré» ayer dando vueltas por los confines de Galicia. ¿Dónde están los confines de Galicia?… ¿O Piornedo?, ¿A Gudiña?, ¿Viveiro?, ¿Cabo Candelaria?, ¿Monte de Santa Tegra?, ¿Malpica?… ¿Fisterra?… ¿Pedrafita do Cebreiro?… (podríamos continuar y)… Me pasa bastante seguido, me quedo por un momento por alguno de esos lugares que conozco, a «vivir» allí por un rato. O por algún otro que aún me falta conocer y lo imagino… y también allí me quedo a «vivir» por un momento. Se me ocurre que esto nos pasa solamente a los que emigramos. Para los que nunca se fueron puede sonar extraño, incomprensible, como algo de otra dimensión. Algunas veces vi la cara de asombro de mi ocasional interlocutor y enseguida, al notar que la onda no le llegó, cambio de tema. Sin embargo muchas otras veces ocurre lo contrario. Parecería que todos los que no vivimos en nuestra tierra nos entendemos rápidamente, como si fuéramos algo así como almas gemelas… Nos miramos y ya está, luego comenzamos a sonar los instrumentos en perfecta sinfonía.

La «historia» de la que voy a hablar aún no tiene nombre. Hace un tiempo que está en forma de manuscrito en la editorial esperando pacientemente ver la luz y a la vez quizás iluminar, quién sabe, pero…

Obras y acciones de galleguistas… más allá del tiempo

Avenida 19 de Abril - El Prado - (Ubicación actual de la Escuela Galicia) - Montevideo

Las acciones de los galleguistas de la diáspora no se limitaron a la ayuda que les brindaron a los refugiados, exiliados, emigrantes con carencias de todo tipo, aportes importantes a la Galicia empobrecida de aquellos tiempos, etc. Las acciones de difusión y mantenimiento de la cultura de su pueblo, la defensa del idioma, la edición de libros en idioma gallego y tantas otras actividades, con el estandarte de la patria por delante… El altruismo de algunos de esos galleguistas, a veces explosivo, con derivaciones inesperadas hacia diversos puntos, derrochando una generosidad aún hoy inentendible para muchos, también conitnuó.

Escuela Galicia – «La canción de los pinos»

"Bautismo" de la Escuela Galicia - 28 de julio de 1962 - Montevideo

Antón Crestar, principal gestor, es el que está más próximo a la bandera uruguaya (en la fotografía está también el autor de esta nota). En «Catro historias de emigrantes» -capítulo Antón Crestar Faraldo– se desarrolla la historia de la Escuela Galicia, así como otras historias relacionadas con la intensa actividad de los galleguistas de Montevideo. Cuando ya no era necesaria su ayuda a sus paisanos que habían quedado en suelo gallego ni a los refugiados, su energía continuó derrochando generosidad, en el nombre de Galicia. En la década del ’60, cuando ya no llegaban emigrantes gallegos al Río de la Plata,