¡Un gran libro en el día del libro!

El vendedor de libros, 3ª edición

«…El viernes 26 de mayo, cuando regresaba a la Editorial para recoger los libros de ciencias naturales que debería llevar el sábado, a eso de las cinco de la tarde, me encuentro en la calle Sarandí con Argos Della Cella, mi socio casual de los zapatos.

–¡¿Qué andás haciendo?!… Desde aquel viaje a San José, cuando llevamos los zapatos a pasear, que no nos vemos. ¡Qué buenos tiempos! ¿eh?, no vendimos nada pero qué bien lo pasamos…¡ja, ja, ja!… ¡Vamos a tomar un té! –Yo apenas esbozaba una mueca, porque ganas de sonreir no tenía.

Entramos en el café La Alhambra, un café de los de antes, con solera, en la esquina del Cabildo, Juan Carlos Gómez y Sarandí, frente a la Editorial González Porto. Nos sentamos a una mesa, pedimos él un té, yo un café y… a conversar.

Día del lbro en Uruguay

«Sean los orientales tan ilustrados como valientes»

«Hay palabras que suben como el humo, y otras que caen como la lluvia» Marquesa de Sévigné.

(En el cuado, el presbítero Dámaso Antonio Larrañaga)

En homenaje a la inauguración de la primera Biblioteca Pública de Montevideo, el 26 de mayo se conmemora, en Uruguay, el «Día del Libro».

El 30 de mayo de 1816, los centinelas del ejército oriental comienzan a usar como santo y seña: «Sean los orientales tan ilustrados como valientes», como adhesión a la flamante Biblioteca Nacional. Corría el año 1815

En el día de homenaje a las madres

«Os xoves, que non había clase en horas da tarde no colexio, a mestra Cora, co permiso da tía Maripepa, levaba a Pepiño a súa casa para practicar debuxo (…) Pero a mestra notaba no rapaz outra necesidade maior aínda que a manifestación da súa arte. A risco de ser descuberta por Maripepa e gañar a súa inimizade e talvez soportar algún outro inconveniente, eses xoves dáballe dous vintenes -dúas moedas de dous céntimos- ao rapaz para que fose en tranvía ata a rúa Miguelete atoparse coa súa nai e o seu irmán. Para non seren descubertos polo pai de Pepiño, el, o seu irmán Vicente e a súa nai ían ao cinema Constitución, preto da súa casa, e alí pasaban a tarde do xoves, collidiños da man. A iso das seis da tarde, Manuel Lage chegaba á súa casa e Pepiño ía en tranvía de volta para o encerro, a casa da súa tía. O seu pai non se decataba de nada, a tía de ferro tampouco.»

¿Acaso existe alguna mamá que no haya sufrido por sus hijos? Esta pregunta es de las que se responden por sí misma y por unanimidad. A propósito del «día de la madre»,

Karol Józef Wojtyla – La Beatificación de Juan Pablo II

La casa y la calle donde nació y se crio Karol, alrededor de 1960

¡Yo soy ateo!… Gracias a Dios. No sé cuántas veces escuché esta expresión (y también la dije), me comentaba mi padre. Después, en 1987… «Que paz sentí mientras asistí a la misa de Juan Pablo II.»

Juan Pablo II ofició misa en Montevideo, en el barrio de Tres Cruces en abril de 1987, durante su primera visita. La concurrencia fue multitudinaria. En el mes de la Virgen del siguiente año muchos pudimos verlo de bastante cerca en el Estadio Centenario. La expresión de la gente era más o menos la misma que el año anterior… «¡Qué paz sentí!»

En Wadowice comienza la historia – Karol nació el 18 de mayo (en el mes de la Virgen también) de 1920 en Wadowice-Cracovia, Polonia. En su infancia tuvo que sufrir como todos los niños