Advertencias para emigrantes

De la Introducción de «Cuatro historias de emigrantes» – Ante la corriente migratoria hacia América, en constante crecimiento y en paralelo a las exigencias de los países receptores, las autoridades españolas, a los que tenían intención de emigrar, alrededor de 1930, les entregaba un librito de muy pocas páginas, en papel rústico y carente de pie de imprenta ni fecha, ni indicación de quien lo publicaba y que llevaba por título Advertencias para emigrantes.

En dicho librito  se publicaban las «Advertencias útiles a los emigrantes que se dirijan a: República de Cuba; Estados Unidos de Brasil; República Argentina; República Oriental del Uruguay. Se advertía en cuanto a la documentación necesaria y demás requisitos formales para ser aceptados como inmigrantes en cualquiera de los países mencionados. En todos los casos era excluyente ser discapacitado, tener más de sesenta años de edad y otras exigencias; también en cuanto al ingreso de menores de edad, mujeres que viajaban solas o enfermos mentales, se establecían determinadas restricciones. En el caso de Argentina, además, se informaba en relación a posibilidades de ayuda que podían encontrar a su llegada al país, proporcionando también nombres y direcciones de entidades gallegas y españolas.

Las autoridades españolas tenían registro de los numerosos centros y asociaciones de emigrantes existentes en Buenos Aires, así como en las demás capitales sudamericanas y en

el libro de Advertencias incluían el nombre y dirección de ochenta instituciones de la ciudad de Buenos Aires y alrededores, ya que esa capital era punto de destino preferido. De tal forma, el emigrante tenía presente la existencia de esas asociaciones a las cuales podía recurrir en busca de ayuda en caso necesario. El emigrante buscaba entre esos centros el más afín o próximo a su comarca, villa o ciudad y necesario o no, concurría con premura para alternar con paisanos. En Montevideo existían numerosos centros también, aunque en menor cantidad, proporcional al tamaño de la ciudad, sus habitantes y la emigración que recibía. Los porcentajes eran similares en las dos ciudades y los emigrantes que llegaban a las dos orillas del Río de la Plata no sentían el desarraigo tanto como los que se dirigían a otros puntos de América del Sur.

Para entrar a los dos países del Río de la Plata, Argentina y Uruguay, como emigrante con pasaje de tercera clase, había que tener contrato de trabajo o carta de reclamación de algún familiar o persona responsable que comprobase que podía hacerse cargo del emigrante. Los trámites para poner en regla la documentación necesaria insumían varios meses y visitas reiteradas al consulado correspndiente. Algunos jóvenes que no podían reunir los certificados o no tenían quien los reclamara o estendiese contrato de trabajo y además no tenían forma de reunir el dinero necesario para la compra de un pasaje de clase turista, por lo tanto muchos se arriesgaban como polizón con el consiguiente riesgo de ser descubiertos, lo cual acontecía a veces, siendo deportados desde el primer puerto donde hiciera escala el buque. Otras veces la suerte los acompañaba y hasta eran ayudados por la tripulación del barco, con el desconocimiento del capitán por supuesto, logrando desembarcar en Montevideo, Buenos Aires o cualquier otro puerto, deambulando después por la ciudad, tal vez con algunas monedas que los mismos tripulantes les metían en los bolsillos y un papel con una dirección de algún emigrante residente que terminaba prestándole ayuda de algún modo o cuando menos dándole cobijo al comienzo.

Continuará…

Castelao – O Consello de Galiza

Recordamos hoy, a 128 años del nacimiento de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, una de sus grandes aspiraciones en el exilio… O Consello de Galiza

En determinado mometo Castelao entendía que al estar proscritos en España, sería oportuno ponerle fin al Partido Galeguista, fundando a su vez O Consello de Galiza el cual se constituyó el 15 de noviembre de 1944 en Buenos Aires, en la casa de Manuel Puente, calle Rivadavia 3760. Debido a la corriente adversa a los movimientos demócratas y republicanos, que había en aquel entonces, en el seno del gobierno de Argentina, deciden trasladar la base de O Consello de Galiza, a Montevideo. Con el asesoramiento jurídico del doctor Lois Tobío, que ya llevaba varios años exiliado en Montevideo, se reunen en dicha ciudad en mayo de 1944, Castelao, otros integrantes del Partido Galeguista, y el mencionado Lois Tobío al fin de darle forma legal a la nueva entidad y deciden que sea representada por los cuatro diputados galleguistas en el exilio, Castelao, Suárez Picallo, Alonso Ríos, y Elpidio Villaverde, para defender como fideicomiso la voluntad política de Galicia, expresada en las últimas elecciones republicanas y en el plebiscito del Estatuto Galego del 29 de junio de 1936, a veinte días del estallido de la Guerra Civil. Esta institución será la salvaguarda de la voluntad democrática republicana y autonomista del pueblo gallego.

No cabe duda de que O Consello de Galiza fue una gran idea de Castelao y sus seguidores, con el fin de formalizar un verdadero «Goberno Autónomo no Exilio» y la esperanza de concretar esa realización en un futuro próximo, pero evidentemente, al no poder promulgarse la voluntad del Estatuto Galego de 1936, O Consello de Galiza terminó transformándose en una entelequia.

La presentación de O Consello de Galiza tuvo lugar en el Ateneo de Montevideo, el 30 de junio de 1945, mediante un acto solemne y multitudinario. 

(Texto y foto -Canabal, Castelao, Meilán- del libro «A Galicia de Montevideo. Unha biografía de Xesús Canabal», Editorial Galaxia.)

 

 

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Banda de Gaitas Irmandade – Dez anos de camiño

«Diez años de camino». Un título significativo que marca nuestra trayectoria.
La Banda de Gaitas Irmandade, esa familia grande y entusiasta que celebra su décimo año de existencia con la realización de un gran festival musical al que están invitados a participar todos los músicos que a través de estos años pasaron por la banda, aportando su talento y dejando un afectuoso recuerdo y la amistad perdurable. A este espectáculo está invitada la Banda de Gaitas Güestia, de los amigos asturianos, además de otros invitados especiales. No solo se interpretará música tradicional gallega, habrá sorpresas del género musical.
¡Un espectáculo musical imperdible!

Presentación en Compostela de «El pasadizo secreto. La última fuga»

El Correo Gallego 9 de octubre 2013160Gracias al empeño, generosidad y decisión de la Sra. Marta Echarte Baraibar, Cónsul General del Uruguay en Galicia, y con la gentil participación de Don Antonio Rodríguez Miranda, la presentación de esta novela juvenil de carácter histórico se realizó en la Sala Museo Cultural de la Nova Caixa Galicia, en la Rúa del Villar de Compostela. Fue emocionante ver esa sala de cien  butacas repleta de público. Entre otras personalidades, el Vice Rector de la Universidad de Compostela, la Presidenta del Consorcio de Santiago, el ex Alcalde de Santiago, José Sánchez Bugallo, el ex presidente de la Fundación Galicia Emigración, José Manuel Castelao Bragaña, el Cónsul General de Cuba entre otros diplomáticos, nuestro amigo Víctor Freixanes y su esposa Malós, editor de Galaxia, nuestros amigos Armando Iglesias, editor de Davinci, Olegario Sotelo Blanco, de la editorial del mismo nombre, amigas y amigos de Montevideo que viven en Santiago y otras localidades gallegas, amigos gallegos como José Mª Monterroso Devesa, Luis Pérez y su esposa que se trasladaron desde A Coruña, así como Lourdes Rey y su esposo Juan, desde Carballo, otros amigos de Buenos Aires como el Dr. Vila Alén, su esposa y otro matrimonio de la reina del Plata, algunas primas, ex compañeros de la Escuela de los Hermanos, Pepe Aguiar, Óscar Canitrot y más… «Licho» Mari, Marité, Carmen Rey, Raquel Fernández. En fin, emotivos reencuentros con amigos y amigas después de mucho tiempo. Algunos que se comunicaron diciendo que no podían llegar, ¡también estuvieron allí!

Al final del evento, múltiples agradables conversaciones y un cálido brindis con vino uruguayo, atendido muy cordialmente por los muchachos(as) del Consulado Uruguayo.

¿Cómo será aquello que se habla a veces del «medio vaso vacío» o el «vaso medio lleno»?

Cuando presenté tres de mis libros por primera vez en Santiago, en junio del 2008, en un local de la prensa (CIP), precisamente a la vuelta de la que fue mi casa, pensaba que no se podría volver a dar otro acontecimiento similar (he ahí el medio vaso vacío) Sin embargo, cinco años después volvió a ocurrir otro milagro como tantos que sucedieron en el año 2008. (Se puede ver una nota del blog «Los milagros del año 2008», también en el libro «Desde el otro lado del mar. Los regresos del emigrante», se habla de esos «milagros»).

¿Será un regalo más del Supremo?… No da para pensarlo más, preferimos y decidimos quedarnos entonces con aquello de… «el vaso medio lleno».

Los tres errores de la tragedia de Santiago de Compostela

No se trata de revolver la tristeza de esta ingrata tragedia evitable ocurrida en las cercanías de Santiago de Compostela precisamente a dos horas de que comenzaran los festejos de la fiesta mayor en honor al Apóstol Santiago, con «la quema simbólica» de la fachada de la Catedral. Ya muchas personas hacían la espera en la Plaza del Obradoiro y muchas otras iban llegando desde los diversos puntos de la ciudad, sus alrededores y aldeas vecinas. No queremos revivir la tristeza ni señalar «culpables», ya bastante tendrán los principales actores con el peso de la conciencia y la memoria que los acompañará.
Pero sí es oportuna una reflexión y oprtuno también señalar los tres principales errores cometidos. Cualquiera de ellos provocaría la tremenda tragedia y cualquiera de ellos podría evitarla, pero se cometieron tres. El primero y probablemente el más importante corresponde a las autoridades de Renfe. No es imaginable ni encaja con el sentido común que un solo maquinista esté a cargo del manejo de un convoy con más de doscientos pasajeros, que circula a doscientos kilómetros por hora. Una sola distracción, o un malestar imprevisto, sin otro maquinista que tome el mando o dé el aviso de alguna falla que pasa inadvertida para el que va atento al manejo, puede ser fatal. Y así fue, lamentablemente así fue.
El capitán del ejército, que viajaba con su esposa y dos hijas, una de las cuales y su esposa fueron víctimas fatales, y quería descender en Pontedeume, pidió al interventor que le comunicará esa inquietud al maquinista para que al llegar a ese destino circulara por la vía correcta para poder apearse en aquella estación. Aún faltaba una hora para llegar a ese destino y el interventor, imprudente se comunicó por teléfono con el maquinista, con el tren en marcha a alta velocidad, faltando dos o tres minutos para que el convoy hiciera una parada en la estación próxima de Santiago. Otro error humano de alto calibre. Debía esperar a que el tren estuviera parado para efectuar esa llamada.
Y el tercer error. El maquinista se distrajo al atender esa llamada que duró casi un minuto. Cuando salió del túnel «no sabía» de que túnel salía, según dijo. A muy pocos cientos de metros ya estaba la curva peligrosa y cuando reaccionó los frenos ya no respondieron adecuadamente ya que iba a más del doble de la velocidad permitida en ese tramo. Tampoco atendió las señales automáticas que le avisaban que iba excedido de velocidad. Todo eso por la distracción que provocó la comunicación telefónica que no debía haber atendido o simplemente decir «llámame cuando pare el tren» y cortar de inmediato. Eso le llevaría tres segundos y no cuarenta y siete o más que fue lo que duró la conversación con el interventor. De haber otro maquinista a su lado se hubiera evitado todo. Y así, volvemos al principio.
La tragedia ocurrida en mayo de 1952, a la salida de la estación de Padrón hacia La Esclavitud, también sucedió por un error humano. Un maquinista dejó momentáneamente estacionados dos vagones cargados de gasolina en las vía de tránsito pensando que no pasaría ningún tren hacia o desde Santiago a esas horas. El tren que venía de Madrid, paró en Padrón y poco después de emprender su marcha se incrustó contra esos vagones cargados con combustible. La máquina a vapor, el vagón  siguiente con el carbón y los dos primeros vagones con pasajeros fueron devorados por el fuego. La esposa y dos hijas del jefe de la estación, que él las despedía minutos antes de que el tren emprendiera su marcha, viajaban en el primer vagón.
Los integrantes de la coral Rosalía de Castro -Cantigas e Agarimos-, que regresaban de Madrid después de concurrir a un concurso regional de corales, viajaban en el primer y segundo vagón, pero en Redondela, por solicitud del revisor pasaron al último vagón, así no molestarían a los demás pasajeros con su cantarola contínua. Por ese detalle «fortuito» tdos los integrantes del coro se salvaron. El rumor había llegado a la estación de Compostela y comenzó a circular por la ciudad. La gente que esperaba en la estación a ese tren que jamás llegaría a destino comenzó a correr de aquí para allá sin saber qué hacer. Algunos se fueron caminando o corriendo o en bicicleta hasta el lugar del accidente. En la Plaza del Toral se fue congregando la gente del pueblo. No se sabía bien lo que había pasado y los rumores que circulaban eran de todo tipo, hasta lo más trágico. Por fin unas dos horas después algunos pasajeros llegaban en un autobús de la empresa Calo, y más tarde otros fueron llegando a pie con sus ropas hechas arapos y las señales del siniestro en sus rostros. A cada uno que iba llegando la gente se le abalanzaba para preguntarle por «fulano o mengana». Mi mamá, mi hermano y yo estábamos en la Plaza del Toral. Mi padre y mi hermana inegraban esa coral y viajaban también en ese tren.

«Catro historias de emigrantes» e «O portal da Cultura»

Literatura: Os mellores de 2009


“Galicia non se entende sen América” – En el mes de la Patria Gallega y el Apóstol Santiago, recuerdo aquel reconocimiento que oportunamente otorgara «O Portal da Cultura-Consello da Cultura Galega», a un trabajo realizado con empeño y amor por un emigrante. Gesto tan inesperado como destacable, que se agradece y anima a continuar en la búsqueda.

«Un ano deixa moitos títulos tras de si, e facer unha selección non é sinxelo. Solicitámoslle aos autores das recensións do noso soportal literario que fixesen cadansúa escolla persoal. Como resultado, obtivemos unha lista na que as coincidencias son mínimas. Está visto que hai propostas para todos os gustos dentro do publicado nos últimos doce meses.

Na escena
A selección de Inma López Silva céntrase en obras dedicadas ás artes escénicas. Máis concretamente, achéganos dous textos teatrais e un ensaio, nun ano que, advirte, considera “algo árido” neste campo xa que “pesa a excelencia das publicacións teatrais de fins de 2008”. Dentro dese panorama, López Silva destaca a Obra dramática completa de Sarah Kane, publicado por Galaxia. Para a nosa crítica, esta é unha “publicación fundamental que chega a fins de 2009 e que, nunha tradución exquisita de Manuel F. Vieites, permite acceder en galego a unha das voces máis orixinais e importantes do panorama teatral actual mundial. De fondísima influencia no chamado post-drama, Sarah Kane é unha dramaturga imprescindíbel”. Máis preto de nós, salienta Sempre quixen bailar un tango, de Teresa González Costa. “Este Premio Álvaro Cunqueiro destaca pola súa elegancia, pola súa capacidade evocativa e pola súa corrección dramatúrxica”, salienta López Silva que, a un nivel máis teórico, aposta tamén polo Manual de práctica teatral feminista de Elaine Aston, editado en Galaxia. Segundo explica a nosa colaboradora, “as teorías feministas, de fonda traxectoria en Filosofía e Teoría Literaria teñen só unha relativa aplicación ao panorama teatral, espazo importantísimo tanto para a reflexión como para a expansión do pensamento feminista. A biblioteca de ensaio teatral de Galaxia, así, convértese nun espazo de referencia peninsular para a actualización da teoría do teatro”.

Ensaiando
Gustavo Hervella centra a súa selección en ensaios deste ano, e arrinca polo recente As razóns do galego de Henrique Monteagudo, que publicou Galaxia. “Nos tempos que corren, onde as culturas minoritarias están esmorecendo, traballos como o de Monteagudo son benvidos e, sobre todo, necesarios”, lembra o noso crítico. “O galego, como sinal de identidade da terra –aínda que non a única- está a ter un presente convulso e un futuro incerto. Esta recompilación de ensaios, xornalísticos uns e académicos outros, inciden nesta problemática”. A diáspora galega centra Catro historias de emigrantes, de Manuel Losa. Hervella lembra a cita do autor de que “Galicia non se entende sen América”, e sinala que “esta frase, evidente para a historia do país, cobra maior forza e presenza grazas a reflexións como a de Losa Rocha, emigrante el mesmo e polo tanto testemuña de primeira liña do fenómeno migratorio. É a emigración a través das biografías de catro galegos e a relación coa cultura a que se nos amosa neste estudo, complementario doutros e que fornece a produción ensaística desta temática en Galicia”. Continúa a selección do noso colaborador coa compilación de artigos Facendo historia con memoria que Lourenzo Fernández Prieto publicou en 3C3. “Nos últimos tempos os traballos sobre a memoria da represión franquista colleron un pulo destacado. Nesta recompilación, o autor reflexiona sobre determinados aspectos da actualidade político-histórica galega en relación con ese “pasado incómodo” que supuxo a guerra civil e a ditadura. Outro xeito, máis actual de achegarse a uns anos e a uns feitos que, despois de ler o libro, non están tan lonxe”. Tampouco Monste Pena esquece o xénero ensaístico na súa selección, e destaca Do sentimento á conciencia de Galicia. Correspondencia 1961-1984, que recolle as cartas entre Ramón Piñeiro e Basilio Losada. “O epistolario de Piñeiro e Losada lese como unha auténtica novela para os interesados nas visicitudes da cultura galega. Un texto que permitirá (e que xa está permitindo) aos investigadores repensar algúns puntos da historia da literatura galega contemporánea”. Tamén Anxos García Fonte bota man da non-ficción na súa escolla, e salienta As novelas da memoria, de John Thompson. “É na miña opinión un ensaio moi interesante sobre unha parte da novelística galega moi maltratada e incomprendida pola crítica que neste libro é dignificada. Nel o autor pon en relación o trauma que supuxo a represión durante a Guerra Civil na retagarda e durante a posguerra con outros traumas colectivos máis estudados coma o holocausto, a represión arxentina ou a guerra dos balcáns e achega perspectivas de análise novidosas –posmodernismo, feminismo– sobre este abundante corpus”. Coincide con ela na aposta por este título Xurxo Ayán, quen considera que “a nivel de ensaio cobre un baldeiro notable na investigación sobre a literatura galega, fornece perspectivas teóricas novedosas, analisa as relacións entre escrita e política e amplía as miras dos enfoques historiográficos que sobrancean a investigación sobre a malchamada memoria histórica”. Este crítico tamén salienta dentro do ensaio a obra de Dominique Petitfaux Hugo Pratt. O desexo de ser inútil, de Galaxia. “Aínda que sexa unicamente polo fermoso da edición, libros coma este axudan  (e de que maneira) á promoción da lingua galega. Os debuxos da estancia de Hugo Pratt na Etiopía fascista e as reflexións conseguintes son un tesouro para os amantes do cómic, historiadores e etnoarqueólogos. Unha xoia editorial”, conclúe.»

El Presidente José Mujica visita Santiago de Compostela

«Onda Cero-Compostela en la Onda» – VISITA DEL PRESIDENTE DE URUGUAY A SANTIAGO— MANUEL LOSA, COMPOSTELANO EN MONTEVIDEO Y AUTOR DEL LIBRO «RELATO DE UN EMIGRANTE, QUE HA LEIDO EL PRESIDENTE MUJICA Sigue leyendo

Día das Letras Galegas 2013

«No existe un pueblo con alma sin poetas que lo canten»… Roberto Vidal Bolaño

O ano 1963 foi para Galicia un «Annus mirabilis» pois:

Dende a Real Academia Galega e a proposta de Francisco Fernández del Riego decídese crear o Día das Letras Galegas, cadrando co Centenario da publicación do libro «Cantares Gallegos» de Rosalía de Castro, do que se cumplen agora os 150 anos da súa publicación.

Este año el “Día das Letras Galegas” está dedicado a

Roberto Vidal Bolaño                                                                                                                                                                                                                                        Autor, actor y director de teatro

Se fostes algunha vez ao teatro, se escoitastes a maxia dos zapatos peteirando nas táboas dun escenario, tivestes que sentir o calafrío. O calafrío de non saber en que segundo a función vai comezar, o calafrío de dubidar de onde vai xurdir a voz que deteña o tempo e te sitúe no aquí e agora. No que está a pasar enriba do escenario. Se non fostes nunca ao teatro, ide, porque, sen o calafrío, será difícil que entendades completamente o esforzo e a paixón que se vive nas palabras. Porque nese momento somos capturadores delas, ávidos de coller a que voe máis adentro.
Los años tristes y oscuros de la posguerra civil española transitaban a su antojo, sin prisa, por las calles de Compostela, así como por toda Galicia y toda España, cuando Roberto Vidal veía la luz por vez primera. Su infancia transcurrió gris, como la de casi todos los niños de su época, en el humilde barrio de Vista Alegre, rodeado de la casi miseria y apatía propias de la década de 1950.
 A un costado, hacia el sur oeste, el río Sar recorre en silencio el valle que se desliza a los pies del Monte Pedroso. Por el lado opuesto la calle de Los Pelamios, el Parque del Auditorio de Galicia y algo más allá el Monte del Vite. En el medio, las casas bajas del barrio humilde de Vista Alegre, bordeando la carretera que conduce a Santa Comba, mudas estatuas esperando ver pasar algún carro, o aldeanos con sus productos dirigiéndose hacia la feria de Santa Susana. También, muy de vez en cuando, algún autobús con carrocería de madera, camino de Ames, Santa Comba o Carballo.
El primer escalofrío le llegó al niño Roberto por medio del cine. Una de las muy pocas diversiones en los días grises del extenso invierno estaba en las salas de los cines Capitol Yago y Salón Teatro y allí, aquel jovencito era atrapado por las imágenes que se proyectaban en la pantalla. En las salas de cine sintió los primeros escalofríos y a su vez comenzó a nacer su amor y pasión por la escena.
 O ronsel do western, unha das súas grandes debilidades, que influirá de maneira decisiva no seu imaxinario, estaba aquí xa marcado.
 A pocos cientos de metros de su barrio, en el casco antíguo, estaban los colegios a los que concurrió, primero a la Escuela de La Troya, luego a la Academia Ríos y por fin, al Colegio de la Inmaculada, la Escuela de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle, conocida también con el nombre de “la universidad de los pobres”. La meta era prepararse para el oficio de auxiliar administrativo a fin de conseguir un buen empleo bancario o comercial.
 Pero, de pronto, se le complican las cosas, pues a los doce años comienza a trabajar para contribuir con su menguado salario a la supervivencia de su familia. Esta situación lo obligó a continuar con sus estudios del ciclo secundario en el turno nocturno del Instituto Xelmírez. Simultáneamente se integró a la organización Juventudes Obreras de la Acción Católica y de ahí el comienzo de su vínculo con las tablas. Tenía tan solo quince años cuando lo calificaron para su primera actuación, O Xogadeiro, un drama de dos minutos de duración.
E así comezou a bulir o verme do teatro en Roberto Vidal Bolaño.
Desde aquellos sus quince años en que subiera por primera vez a un escenario, Roberto teatralizaba por naturaleza. Será precisamente esa naturaleza, más también las necesidades propias del Equipo Lupa, carente de un grupo de actores para sus proyectos, lo que lo lleve de nuevo a las tablas. Así, él y Eulogio Ruibal fundan el grupo de teatro aficionado Obradoiro, con el que montarán varias obras y cuya actividad se verá truncada por la marcha de Vidal Bolaño a Melilla para cumplir con el servicio militar.
 A su vuelta de África, con veintitrés años de edad, junto con Joaquín García Marcos fundan el Grupo de Teatro –aficionado- Antroido. Y de la mano del ímpetu y la expectativa, llegó el tiempo de la desilusión. ¡Vivir del teatro!… ¡Una utopía! En los pueblos donde actuaban, además de reponer los gastos de transporte, los convidaban con un almuerzo a la gallega, pero salvo excepciones, de allí no pasaba la retribución.
La nariz de payaso y el sombrero negro lo acompañaron desde siempre en la mayoría de sus actuaciones. Con esa indumentaria habitual se sentía transformado y expresaba sin restricciones y con facilidad lo que sentía que debía expresar.

Roberto Vidal Bolaño (Santiago de Compostela, 1950 – 2002) é unha figura imprescindible para comprender a dimensión do Teatro Galego e, xa que logo, do noso sistema literario. Desde aqueles inicios nos anos setenta, coa mítica Xeración Abrente, ata o ano mesmo da súa morte, a produción literaria de Vidal Bolaño é constante e sempre orientada a armar un edificio teatral galego perdurable. Só uns meses antes do seu pasamento, no número 50 da revista A Trabe de Ouro, publicouse o texto do seu monólogo Sen ir máis lonxe, que Méndez Ferrín cualificou como o seu testamento dramático. Ese mesmo ano a RAG  nomeouno Académico Correspondente.

Sus restos mortales fueron velados en el Salón Teatro de la Rúa Nueva de Compostela. Además de su familia e innumerables amigos y admiradores, lo acompañaban sus inseparables…

UN CHAPEU NEGRO E UN NARIZ DE PALLASO

23 de abril – Día Mundial del Libro

Manuel Bragado Rodríguez y 4 más compartieron la foto de Asociación Galega Editores.
David Pintor realizou este marabilloso cartaz para que a AGE promocionase o Día do Libro.<br /><br />
Co gallo da celebración do 23 de abril, Día do Libro, a Asociación Galega de Editores acordou<br /><br />
realizar un chamamento social a favor do libro e a lectura, co fin de que se recoñeza social e<br /><br />
políticamente o papel trascendental que o libro e a lectura teñen no desenvolvemento das persoas e<br /><br />
dos países. Por ese motivo a entidade que representa aos editores galegos fai público o seu<br /><br />
documento estratéxico e elaborou un decálogo de 10 medidas que resume as reinvindicacións do<br /><br />
sector diante das administracións. As institucións públicas teñen a obriga constitucional e estatutaria<br /><br />
de protexer os bens culturais e as industrias que fan posible que eses bens se difundan entre a<br /><br />
cidadanía.

David Pintor realizou este marabilloso cartaz para que a AGE promocionase o Día do Libro.

Co gallo da celebración do 23 de abril, Día do Libro, a Asociación Galega de Editores acordou
realizar un chamamento social a favor do libro e a lectura, co fin de que se recoñeza social e
políticamente o papel trascendental que o libro e a lectura teñen no desenvolvemento das persoas e
dos países. Por ese motivo a entidade que representa aos editores galegos fai público o seu
documento estratéxico e elaborou un decálogo de 10 medidas que resume as reinvindicacións do
sector diante das administracións. As institucións públicas teñen a obriga constitucional e estatutaria
de protexer os bens culturais e as industrias que fan posible que eses bens se difundan entre a
cidadanía.

«Con motivo de la celebración del 23 de abril, Día del Libro, la Asociación Gallega de Editores acordó realizar un llamamiento social a favor del libro y la lectura, con el fin de que se reconozca social y políticamente el papel trascendental que el libro y la lectura tienen en el desenvolvimiento de las personas y de los países. Por ese motivo la entidad que representa a los editores gallegos hace público su documento estratégico y elaboró un decálogo de medidas que resume las reivindicaciones del sector ante las administraciones. Las instituciones públicas tienen la obligación constitucional y estatutaria de proteger los bienes culturales y las industrias que hacen posible que esos bienes se difundan entre la ciudadanía.»

La AEG tiene sobrados motivos para promulgar esta declaración en tono de reclamo legítimo. Conocidas son las dificultades por las que atraviesa el sector en Galicia, en España y el caso omiso de las autoridades que tienen la obligación material y moral de atender las necesidades que correspondan para que no decaiga la difusión de la cultura por medio del libro.

Hoy, Día Mundial del Libro, nos unimos a esa expresión y a la reflexión acerca del inestimable valor del libro en bien de la evolución de la humanidad. Sobra manifestar que la nuestra es una profesión de servicio total, para un librero un editor un escritor, cualquier día de la semana es igual a todos los demás,» nuestro día» es un día más de labor. Hoy, precisamente, rodeados de entusiastas colegas, estamos participando con mucho agrado de las Jornadas Profesionales de la Feria del Libro de Buenos Aires.

Por último, muchas gracias a los que cristalizan nuestra labor… los lectores.

Día Internacional de la Mujer

fotos de Ana Laura 574

Cada uno de nosotros venimos al Mundo con determinados dones. Desarrollarlos en bien de los demás y de uno mismo sería lo que corresponde. Algunos cumplen, son seres que evolucionan, otros dejan pasar la oportunidad y quedan donde están o involucionan.

La mujer nace con dones, como cualquiera, pero además tiene atributos y virtudes especiales. La Naturaleza le asignó un papel preponderante para el desarrollo de la vida. Posee una sensibilidad e intuición especiales, «viene» a este mundo con el compromiso de la maternidad, de modo que la capacidad para la protección, la creatividad y otras virtudes indispensables para el cumplimiento de su rol, ya las trae consigo desde su nacimiento.

Habría mucho más para comentar sobre este tema, pero ahora voy a contar una historia reciente que me hizo reflexionar… Hace algunos meses, uno de los integrantes del consejo directivo del Hogar Español de Ancianos, muy discreto él, por cierto, se enteró de que Alicia, una anciana española, dormía y prácticamente vivía con un joven en la plaza de Tres Cruces. Bajo el monumento a «La Loba» se guarecían y allí pasaban los días y las noches. El joven sufría la plaga de la droga y Alicia, que era su madre, lo protegía o trataba de protegerlo.

Desde que llegó de Galicia y por más de cuarenta años de servir en la misma casa, al morir sus patrones, la anciana emigrante se encontró de golpe en la calle, así que optó por esa forma cruda de vida hasta que el mencionado integrante del directorio del H.E. decidió ir en su coche a buscarla para convencerla de que se dejase trasladar al Hogar Español a fin de tener una mejor vida. A regañadientes y después de muchos ruegos ella aceptó pero no duró mucho su estadía en el Hogar, se le partió el alma cuando su hijo vino a buscarla, necesitaba de su protección y de sus escasos fondos para alimentar «la plaga» que lo estaba comsumiendo.

Poco tiempo después el joven fue internado en el Hospital de Clínicas y entonces Alicia volvió al Hogar Español de Ancianos. Unas semanas después su hijo falleció.

Después de dar sepultura a su hijo Alicia volvió al Hogar, donde fue recibida con más cariño aún. Todos los días se daba una vuelta por la Administración en busca del alimento que su alma necesitaba, recibir alguna muestra de afecto a fin de poder soportar su dolor.

Un día, hará dos o tres meses, estando yo allí en la Administración, junto con otro compañero de la directiva, aparece Alicia, arrastrando los pies, llorando y lamentándose por su hijo… «Ahora no me queda nada, ni hijo, ni familia… ¡nada!» Los dos hombres quedamos paralizados, no reaccionamos en absoluto, solo atinábamos a observar. Pero, las dos mujeres que había allí, reaccionaron completamente distinto, sin perder un instante se acercaron a Alicia, la abrazaron, lloriquearon con ella… «Alicia, sabes que no estás sola, nosotros te queremos y el Hogar es tu familia ahora.» Y la anciana emigrante dejó de llorar y se calmó.

Nos miramos asombrados con mi compañero, instantes después reaccioné y le hice el siguiente comentario… «Sabes… Nosotros no somos capaces de hacer esto.»